La primera prueba es la medición de agudeza visual. A partir de letras de distintos tamaños sabrás si tu vista está en plenitud de facultades o tienes algún problema para visualizar algunas de las letras.

La misma operación se lleva a cabo con las letras sobre fondos de colores, generalmente rojos o verdes. Gracias a esta prueba el especialista sabrá si tienes algún problema de miopía o hipermetropía, principalmente.

Se trata de pruebas sencillas que tienen como objetivo descartar cualquier complicación o diagnosticarla de manera preventiva para tratarla de modo eficaz.

Con la consulta se pueden detectar patologías que van desde la miopía, la presbicia hasta las cataratas o el glaucoma.

Por regla general, si existe algún problema que puede derivar en complicaciones, el propio especialista te recomendará pruebas oftalmológicas que aseguren el diagnóstico y avancen el tratamiento correcto.

Además, son importantes cuando vas a someterte a una operación de la vista, en la fase preoperatoria, para decidir el tipo de intervención y de lente intraocular (si corresponde) que necesitas para recuperar la visión.