Al igual que con los masajes terapéuticos, hay varios tipos de masajes de relajación disponibles. Algunos de los masajes de relajación más comunes incluyen:

Masaje sueco: Este es el tipo de masaje más común y se centra en movimientos suaves y largos para relajar los músculos. El masaje sueco utiliza una variedad de técnicas, incluyendo golpes suaves, fricción, amasamiento y vibración, para aliviar la tensión muscular y mejorar la circulación sanguínea. Se realiza en una mesa de masaje con el receptor desnudo o con ropa cómoda y suelta. El terapeuta utiliza aceites o lociones para permitir un movimiento suave y fluido sobre la piel del receptor.

Masaje tailandés: Este tipo de masaje utiliza una combinación de presión y estiramientos para aliviar la tensión muscular. Combina técnicas de acupresión y yoga para mejorar la flexibilidad, aliviar la tensión muscular y equilibrar la energía del cuerpo. Se realiza en una colchoneta en el suelo, y el receptor generalmente usa ropa cómoda y suelta. El terapeuta utiliza las manos, los dedos, los codos, los pies y las rodillas para aplicar presión en los puntos de acupresión del cuerpo y para realizar estiramientos y movimientos de yoga pasivos.

Masaje shiatsu: Este tipo de masaje utiliza la presión de los dedos para aliviar la tensión y la ansiedad. El terapeuta utiliza los dedos, las manos, los codos y las rodillas para aplicar presión en los puntos de acupresión del cuerpo. Estos puntos se encuentran a lo largo de los meridianos del cuerpo, que se consideran canales por los que fluye la energía vital. Además de la aplicación de presión, el masaje shiatsu también puede incluir estiramientos, movimientos de balanceo y manipulaciones articulares para aliviar la tensión muscular y mejorar la flexibilidad.