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Medicina Preventiva: Por qué cuidar tu salud antes de que aparezcan los síntomas
15/08/2024
La fisioterapia desempeña un papel fundamental en el proceso de recuperación después de una cirugía, proporcionando una variedad de beneficios para la rehabilitación y la prevención de complicaciones. A continuación, exploraremos en detalle por qué la fisioterapia es esencial en esta etapa:
Después de una cirugía, es común experimentar rigidez y pérdida de movimiento en la zona afectada. La fisioterapia ayuda a restaurar la movilidad y la función al proporcionar ejercicios específicos, técnicas de estiramiento y movilizaciones articulares que ayudan a mantener la flexibilidad y prevenir la formación de adherencias.
Los fisioterapeutas prescriben ejercicios personalizados que se centran en mejorar el rango de movimiento y fortalecer los músculos circundantes, lo que facilita la recuperación funcional y la vuelta a las actividades cotidianas.
Las técnicas de estiramiento ayudan a aliviar la tensión muscular y mejorar la flexibilidad de los tejidos blandos, lo que facilita la restauración del movimiento normal y previene la rigidez postoperatoria.
La inactividad prolongada después de la cirugía puede aumentar el riesgo de complicaciones, como la trombosis venosa profunda (TVP) y la neumonía. La fisioterapia ayuda a prevenir estas complicaciones al fomentar la movilidad temprana y la actividad física gradual.
Los fisioterapeutas promueven la movilización precoz del paciente, ayudándolo a levantarse de la cama, caminar y realizar ejercicios de respiración profunda para prevenir la acumulación de líquido en los pulmones y mejorar la circulación sanguínea.
Se enseñan técnicas de respiración profunda y tos asistida para prevenir la neumonía postoperatoria y mejorar la capacidad pulmonar, lo que facilita la eliminación de secreciones y promueve una recuperación más rápida.
La fisioterapia puede ayudar a reducir el dolor y la inflamación después de la cirugía, utilizando técnicas como la terapia manual, la aplicación de hielo y calor, y la electroterapia para aliviar el malestar y mejorar el bienestar general del paciente.
La terapia manual incluye masajes terapéuticos, movilizaciones articulares y técnicas de liberación miofascial que ayudan a reducir la tensión muscular y mejorar la circulación sanguínea, lo que puede aliviar el dolor y promover la curación.
La aplicación de hielo y calor se utiliza para reducir la inflamación y aliviar el dolor en el área quirúrgica, proporcionando alivio sintomático y facilitando la recuperación.
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