24/11/2025

La onicomicosis, conocida comúnmente como hongos en las uñas, es una de las afecciones podológicas más frecuentes. Aunque a simple vista puede parecer un problema meramente estético, la realidad es que se trata de una infección que puede avanzar, causar molestias y afectar la calidad de vida si no se trata adecuadamente.
La onicomicosis es una infección producida por hongos dermatofitos, levaduras o mohos que colonizan la uña y su lecho ungueal. Estos microorganismos prosperan en ambientes cálidos y húmedos, lo que explica su relación con el uso de calzado cerrado, sudoración excesiva y zonas comunes húmedas como piscinas o vestuarios.
Los signos más característicos incluyen:
● Cambio de coloración (amarillento, marrón o blanquecino).
● Engrosamiento de la uña.
● Fragilidad y desmoronamiento del borde ungueal.
● Deformidad progresiva.
● En fases avanzadas, dolor o molestias al caminar o al calzarse.
Entre los factores que aumentan el riesgo destacan:
● Uso prolongado de calzado cerrado o poco transpirable.
● Sudoración excesiva (hiperhidrosis).
● Traumatismos repetidos en las uñas.
● Sistema inmunológico debilitado.
● En personas mayores, la circulación reducida y el crecimiento lento de las uñas también influyen.
En consulta, el podólogo analiza la uña y, si es necesario, realiza una prueba microbiológica (cultivo o PCR) para identificar el tipo de hongo responsable. Esto permite seleccionar el tratamiento más efectivo y evitar errores comunes como usar productos inadecuados o automedicarse.
La elección dependerá del tipo de hongo, el grado de afectación y las características del paciente. Entre las opciones más habituales se encuentran:
● Tratamiento tópico: lacas o cremas antimicóticas, indicadas en casos leves o como complemento.
● Tratamiento oral: prescrito por un médico cuando la infección es extensa o resistente.
● Terapia podológica: fresado y reducción de la uña engrosada para mejorar la penetración del tratamiento.
Una correcta higiene y rutinas adecuadas pueden reducir significativamente el riesgo de onicomicosis:
● Mantener los pies limpios y completamente secos.
● Usar calcetines de algodón o materiales transpirables.
● Evitar andar descalzo en duchas o zonas comunes húmedas.
● Cambiar frecuentemente el calzado y permitir que ventile.
● Cortar las uñas rectas y no demasiado cortas.
● Desinfectar el calzado si ya ha habido infección previa.
La onicomicosis es una afección común, pero no por ello debe ignorarse. Un diagnóstico acertado y un tratamiento adecuado, guiado por un profesional de la podología, pueden eliminar el problema y evitar recidivas. Ante cualquier cambio en el aspecto de tus uñas, consulta con tu podólogo.
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