La endometriosis puede tener un impacto significativo en la fertilidad y el embarazo. La endometriosis es una afección en la cual el tejido que normalmente recubre el interior del útero crece fuera de él, lo que puede causar dolor, sangrado irregular y otros síntomas.

En términos de fertilidad, la endometriosis puede dificultar la concepción al afectar la calidad de los óvulos y/o alterar la función de las trompas de Falopio, que son las estructuras que transportan los óvulos desde los ovarios hasta el útero. Además, la endometriosis puede provocar la formación de adherencias, que son bandas de tejido cicatricial que unen órganos pélvicos entre sí y pueden dificultar la ovulación y la fertilización.

Si bien algunas mujeres con endometriosis pueden concebir de manera natural, otras pueden requerir tratamientos de fertilidad, como la fertilización in vitro (FIV) o la inseminación artificial, para lograr el embarazo. Además, la endometriosis aumenta el riesgo de aborto espontáneo y embarazo ectópico (fuera del útero).

Es importante tener en cuenta que el embarazo no cura la endometriosis, aunque algunas mujeres experimentan una mejoría en sus síntomas durante el embarazo. Después del parto, los síntomas pueden reaparecer y la endometriosis puede seguir afectando la fertilidad y la salud reproductiva a largo plazo.

Es muy importante que las mujeres que experimenten alguno de los síntomas mencionados anteriormente con regularidad, acudan a su ginecólogo para hacerle las pruebas pertinentes y llevar un seguimiento. Esta enfermedad la padecen muchas mujeres jóvenes y por eso es recomendable que aunque seas una persona joven, acudas a las revisiones del ginecólogo.